martes, 24 de diciembre de 2019

Crónica de un accidente en el Círculo Polar Ártico

Hoy os queremos contar con detalle el accidente y rescate que vivimos en primera persona en los Alpes de Lyngen, en marzo de este año.


En la montaña jugamos en un entorno tan bello como hostil, y la posibilidad de sufrir un accidente siempre existe. Nosotros únicamente hemos presenciado dos accidentes en la montaña. Uno de ellos fue en 2013 descendiendo del Mont Blanc, donde un miembro de una cordada inglesa se cayó de la arista cimera con resultado mortal.  El otro lo sufrió mi madre el pasado mes de marzo, pero afortunadamente con final feliz.

Queremos contaros cómo fue nuestra experiencia, ya que esta información puede resultaros útil, tanto si vais a realizar una actividad en Lyngen o en otro macizo montañoso.


23/3/2019

Estamos disfrutando de un viaje de esquí  de montaña en el Círculo Polar Ártico mis padres (Mamen y Pepe), Paula y yo.

Amanece nuestro tercer día de montaña en los Alpes de Lyngen (Noruega). Es el primer día que tenemos buen tiempo, día  soleado y sin viento. Las nevadas de los días previos nos obligan a elegir una ruta conservadora, con pendientes suaves para evitar laderas propensas a aludes.

Elegimos el pico Stormheimfjellet (1.181 m). Es una ruta muy sencilla, en ninguna zona supera los 25° de pendiente. Antes de salir calzamos esquíes,  hacemos el control de ARVAS, enciendo el GPS Garmin y pongo a grabar la ruta en el reloj Suunto. Todos los móviles los ponemos en modo avión para no gastar batería.

Afrontamos la subida con tranquilidad, ganando paisaje a cada paso que damos.  La vista del fiordo es espectacular, todo el grupo sube bien. Mi madre, a un paso más lento, pero con muy buenas sensaciones en la rodilla (el año anterior tuvo una fractura de rótula en una de las rodillas).


Poco antes de la cima Mamen dice que no sube más para reservarse para la bajada. Paula, Pepe y yo apretamos un poco el paso, coronamos, un par de fotos de cima y bajamos hasta donde nos espera Mamen para iniciar el ansiado descenso los 4 juntos.

La primera parte de la bajada es memorable. La nieve está disfrutona, visibilidad perfecta, y Mamen con buenas sensaciones en la rodilla. Paramos varias veces para hacer ráfagas de fotos. Estoy buscando el fotón para el blog, no voy a esquiar muchas veces en mi vida con este paisaje.

Pero a mitad del descenso, Mamen se cae. Paula y yo dejamos las fotos y bajamos rápidamente hasta donde se encuentra. No puede levantarse por si  sola. Le duele mucho una rodilla. Entre los dos la ponemos en pie, intenta apoyar pero no puede. ¡Vaya, vamos a necesitar ayuda para bajarla! 

Aún estamos a más de 600 m de desnivel del coche, quedan menos de 2 horas de luz y estamos a -3°C. Y estamos más solos que la una. Tenemos que llamar al helicóptero, no nos queda otra.

Tenemos que llamar al 112, pero, ¿dónde estamos? Cómo el día pintaba tan bien y la ruta se veía perfectamente desde el coche, nos hemos dejado la guía en el coche. Error.
En el GPS Garmin tengo la ruta guardada, con el nombre del pico.

Paula llama al 112 (tenemos batería gracias a llevar el móvil en modo avión durante todo el día).  La llamada la atienden en inglés. 
Mientras Paula se entiende con la operadora explicando lo que ha pasado, yo intento recopilar más información para explicar donde estamos exactamente, pero no es nada sencillo, no tengo la guía. Paula deletrea el nombre impronunciable del pico (Stormheimfjellet), ¡pero caigo en la cuenta de que en la guía existe al menos otro pico con el mismo nombre!

Así que saco el GPS Garmin para decir a Paula las coordenadas UTM exactas, pero me doy cuenta de que el DATUM que tiene metido el GPS es el European Datum 1950. Ese era el Datum oficial en España hasta 2008. Uff, no podemos dar estas coordenadas al 112, ya que la diferencia con el Sistema de Referencia Noruego podría ser de cientos de metros o incluso kilómetros.

Tenemos que dar las coordenadas en el sistema de referencia ETRS89 que es el oficial en todo Europa, pero con los nervios no encuentro donde cambiar la configuración del GPS.

De repente caigo en la cuenta de que en el reloj llevo otro GPS. Busco las coordenadas y las del Suunto vienen en el Datum WGS84, que es el internacional. El Datum WGS84 y el ETRS89 difieren en apenas 10 cm, se pueden considerar iguales.

Paula le canta las coordenadas a la operadora del 112. Nos dicen que en unos 15 minutos nos mandan un helicóptero.

Durante todo este tiempo Pepe, que estaba unos 100 m más abajo sospecha que algo pasa y vuelve a poner las pieles para subir foqueando hasta donde nos encontramos nosotros.

Dentro de lo malo la situación no pinta muy mal. Mamen se ha hecho algo en la rodilla pero no parece nada muy grave, hemos podido llamar al 112 y dar nuestras coordenadas, y la meteorología para volar es buena.

Para la espera los cuatro sacamos las chaquetas de pluma de las mochilas y nos abrigamos bien. A pesar de la buena meteorología, hace -3°C. Apenas quedan unas horas de luz y empieza a notarse bastante el frío.
Mamen puede estar de pie, aunque sin apoyar la pierna accidentada. Eso es mucho mejor que si tuviera que esperar tumbada en la nieve, donde la pérdida de calor es muchísimo mayor. También sacamos un termo con té caliente (que siempre solemos llevar en nuestras salidas invernales).

Mientras esperamos colocamos 2 pares de esquíes clavados en la nieve haciendo 2 cruces, para facilitar que nos localicen mejor desde el aire. También guardamos todo en las mochilas para evitar que salga volando cuando llegue el helicóptero.

A los quince minutos de espera empezamos a dudar de si habremos dado bien las coordenadas y el nombre del pico...por suerte parece que hemos acertado, pocos minutos después se oye a lo lejos un helicóptero y a los pocos instantes vemos aparecer un helicóptero amarillo sobrevolando las montañas de enfrente. Se dirige hacia nosotros sin dudarlo, las coordenadas eran correctas y ya nos ha visto el piloto. ¡Bravooo!





La sensación de tranquilidad que da ver aparecer el helicóptero es impresionante, y eso que el accidente de Mamen no parecía ser nada grave. Es como ver aparecer al Ángel de la Guarda.


El helicóptero aterriza a unos cincuenta metros de donde nos encontramos. Bajan 2 rescatadores con una camilla, piolet y crampones. Llegan a nuestro lado y rápidamente empiezan a colocar a Mamen en la camilla. Nos dicen que el helicóptero tiene poco combustible y que debemos darnos prisa.





En cuestión de 3 o 4 minutos Mamen ya está montada en la camilla, bien atada y tapada con una lona. Los rescatadores cogen sus esquíes y bastones y se la llevan hacia el helicóptero. Nos dicen que la van a llevar al hospital de Tromso, y que no podemos ir ninguno de nosotros de acompañante debido al poco combustible de la aeronave.


Vemos el helicóptero despegar y alejarse hacia Tromso.  Bueno, dentro del percance que hemos tenido, el rescate ha sido rapidísimo y muy sencillo.



Calzamos esquíes y bajamos esquiando hasta el coche casi sin parar. Ahora ya no disfrutamos la bajada, solo queremos llegar al coche para llegar a Tromso lo antes posible. 

Una vez en el coche conseguimos contactar con Mamen por teléfono. Está bien, esperando que la atiendan en una sala de espera de Urgencias. También nos dice que según la estaban llevando al hospital, hubo otro aviso de otra montaña cercana donde hubo un alud. El helicóptero la dejó rápidamente en el hospital y salió con máxima urgencia a la zona del alud. 

Cuando llegamos a Tromso casi 2 horas después encontramos a Mamen en la sala de espera. Le atiende un médico que le explora la rodilla, le hace una serie de maniobras y su diagnóstico es que tiene un esguince de un ligamento de la rodilla. No le hacen ningún tipo de prueba de imagen.
Le dan una muletas y nos vamos los cuatro de vuelta al apartamento. 

Allí en el hospital tenemos que pagar únicamente una factura de unos 60 €, por la consulta del médico y las muletas. Este pago lo rembolsaría el seguro unos días más tarde. Sin embargo el rescate es completamente gratuito.  Teniendo en cuenta que estamos en Noruega, nos soprendió lo barato que fue. 

Cuando llegamos a España, hicieron pruebas de imagen a Mamen y el diagnóstico fue que tenía una contusión ósea en la meseta tibial (aclaración: una contusión ósea es una fractura).

Y hasta aquí la crónica del accidente, que por suerte todo acabó en un susto y en una aventura que contar. 

Pero analizando las causas creo que hubo una serie de factores que influyeron para que todo fuese tan rápido y sencillo:

- Qué creemos que hicimos bien:

  • Llevar los móviles cargados de batería y conservarla en modo avión.
  • Llevar el GPS 
  • Tener conocimiento de cómo funciona un sistema de coordenadas y el sistema de referencia (DATUM).
  • Llevar todos chaquetas de pluma.
  • Llevar un termo con bebida caliente.
- Qué creemos que hicimos mal:
  • Dejarnos la guía de montaña en el coche.
  • No haber configurado previamente el GPS con el sistema de referencia más utilizado en el país de destino (Noruega).
Variables sujetas al azar que estuvieron de nuestra parte:
  • Tener cobertura de móvil en la zona
  • Buena meteorología para volar
  • Aún 2 horas de luz por delante
  • Tener la suerte de que el aviso del alud fuese después del nuestro
Si alguna o varias de estas cosas sale al revés, quizás un rescate sencillo y no grave como el nuestro se hubiese complicado muchísimo más. Por ello siempre hay que estar preparado, no solo con material adecuado sino con conocimientos suficientes para saber solventar este tipo de situaciones, ya que cualquier pequeño percance en alta montaña se puede convertir en un problema realmente grave. Nunca debemos bajar la guardia.

¡Nos vemos en el monte!

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2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    1. Si has leído todo el artículo, fue por una contusión ósea en la meseta tibial. Una contusión ósea es una fractura. Al final se tradujo en 2 meses sin apoyar la pierna.

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