miércoles, 22 de abril de 2020

Reflexión sobre el Día de la Tierra 22 de abril de 2020

22 de abril de 2020. 
Día Internacional de la Tierra. ¿y por qué hay un día de la Tierra? ¿No deberían ser todos los días, los días de la Tierra?



Hoy escribo una breve entrada para invitar a la reflexión.

Nos estamos cargando a marchas forzadas el planeta. Estamos alterando el clima, estamos llenado los mares de basura, estamos extinguiendo especies de fauna y flora cada día, estamos agotando los recursos...

Escribo estas líneas en plena crisis del coronavirus, quizás el peor momento que ha vivido nuestro país después de la Guerra Civil. Y muchos pensaréis, ¿qué más da ahora la Tierra, si la prioridad es la salud? Es cierto, la salud propia y la de los nuestros es lo más importante. Y después de superar esta crisis sanitaria muchos pensaréis, ¿qué más da ahora la Tierra, si la prioridad es la recuperación económica? Y también es cierto que la economía es fundamental, para vivir, para comer, para tener un sistema sanitario fuerte, para tener un estado de bienestar, etc. 

Pues a pesar de todo, yo digo que SÍ QUE DA, Y MUCHO.  

De los recursos del planeta vivimos TODOS, cada objeto o comida que tenemos en nuestras casa proviene, al menos en su fase inicial, de la naturaleza. Pero además de que la naturaleza y la madre Tierra es importante para nuestra economía y para preservar nuestra especie en el futuro; y a parte de que la naturaleza merece ser respetada por que sí, hay otro gran motivo del que muchos no se han dado cuenta.




El ser humano no puede vivir separado de la naturaleza. Vivimos unidos a ella. La mayoría de la población vive en ciudades, pero cuando tenemos ocasión necesitamos acercarnos a la naturaleza. Ese contacto nos relaja, nos aleja del estrés de la ciudad y nos recarga las pilas. Y si no, ¿Por qué casi todo el mundo que puede permitírselo tiene una segunda vivienda en la montaña o en la costa? ¿Por qué la mayoría de la gente suele ir de vacaciones a la playa o a la montaña? También hay turismo urbano, cierto, pero ¿a que nadie suele ir 3 semanas enteras a París? ¿Por qué todos nosotros preferimos vivir en un barrio con parques, zonas verdes y árboles?
Por ello, aunque no lo sepas, probablemente tú también tengas la necesidad de acercarte a la naturaleza de vez en cuando. 

La naturaleza y el medio ambiente hasta hace muy poquitos años ni se mencionaba en los programas electorales de los partidos políticos. Ahora sí se mencionan, pero de puntillas. Y esto, ¿por qué sucede? ¿Por qué se le da tan poca importancia al medio ambiente si en realidad todos sabemos que es importante? La respuesta es sencilla, porque no genera beneficio económico de forma directa y cuantificable, o no lo saben ver los poderes económicos. 

Dejo 3 preguntas al aire:

  • ¿Cuánto vale un paraje como La Pedriza a solo 50 km de Madrid? 
  • ¿Qué sería de Madrid sin pequeños oasis como la Casa de Campo o El Retiro?
  • ¿Qué sería de nuestra economía sin nuestras maravillosas costas?

Necesitamos la naturaleza para todo, para nuestro día a día en los recursos que consumimos, y en nuestro tiempo de ocio. Pero debemos parar, no podemos "consumir naturaleza" a este ritmo desenfrenado. A mí no me ha hecho falta ver las fotos de la antártida de hace 100 años para convencerme de lo que pasa. En un par de décadas visitando con cierta frecuencia los Pirineos uno se da cuenta del brutal retroceso de nuestros glaciares. En una sola inmersión en las increíbles paredes de coral de Indonesia uno se da cuenta de la gran cantidad de coral muerto que hay. Y uno se da cuenta de que que posiblemente mis hijos no conocerán el glaciar del Aneto o un arrecife de coral, porque ya no existirán dentro de 10 años. Sí,  he dicho 10 años. ¡Esto no solo es una emergencia climática, es una emergencia ambiental, la estamos viendo pasar y no hacemos nada!




Y muchos diréis que para frenar esto lo importante es votar a un partido A o un partido B para que ponga leyes que protejan el medio ambiente y aseguren un desarrollo sostenible. ¡Sin duda es lo más importante! Pero mientras los políticos se ponen de acuerdo o pierden el tiempo en otras mil cosas (más o menos importantes), cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de aportar su pequeño granito de arena. 

Por ejemplo, y volviendo a la crisis de COVID-19. Cómo buceador que soy,  si este verano tengo la suerte de poder volver a sumergirme, auguro que encontraré los fondos de nuestro mediterráneo llenos de guantes y mascarillas. Por favor, seamos responsables con nuestros residuos. 

Desde aquí doy las gracias a la la madre Tierra por todo lo que nos ha enseñado, todo lo que nos aporta, y por todo lo que aún nos queda por descubrir. Sin la Tierra no somos nada. 




Viviendo la Montaña

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