miércoles, 3 de febrero de 2021

¿El casco es necesario en escalada deportiva? SIEMPRE

 Hoy quiero dar mi opinión personal sobre un tema polémico en el mundo de la escalada: El uso del casco en la escalada deportiva, un elemento de seguridad tan importante, quizás el que más, pero que  su uso está muy poco extendido. 

Es normal el uso de casco en disciplinas como alpinismo, escalada en hielo, espeleología, etc. Pero no ocurre lo mismo en la escalada deportiva, donde desgraciadamente muy poquitos somos los que lo utilizamos. Además, el ambiente relajado de las escuelas de deportiva o rocódromo no ayuda.   Y es que, tengo la sensación de que el uso de casco está "ridiculizado" dentro del mundillo,  siendo considerado como algo de novatos. Por eso hay creada una falsa sensación de seguridad, y que mucha gente que se inicia en este precioso deporte ni se plantee su uso. 

Sin embargo, creo que es un error tremendo. Así que a continuación expongo los argumentos a favor y en contra del uso de casco. 

A pie de vía, tampoco debemos quitarnos el caso


Argumentos a favor:

El casco aporta seguridad, eso es innegable. Ahora cito una serie de situaciones totalmente reales, en las que un casco podrá salvarnos la vida o reducir notablemente la gravedad del accidente. 

¿De qué situaciones nos puede salvar un casco en una escuela de deportiva?

  • Caída de piedras
  • Caída de material (mosquetones) de alguna cordada que esté más arriba.
  • Volteo en una caída por engancharse el pie con la cuerda al subir de primero.
  • Golpe contra un saliente de la roca, tanto de primero como de segundo.
  • Golpe contra la pared al hacer péndulo (tanto de primero como de segundo) especialmente en diedros. 
  • Rotura de una presa y golpeo en la cabeza con la roca.
  • Picar suelo en caída fatal.
¿Y en rocódromo?
Pues escalando de primero, salvo los dos primeros motivos, el riesgo es el mismo.  Es cierto que escalando en vías autoasegurado, el riesgo disminuye mucho, pero tampoco estamos libres de sufrir alguna de estas situaciones:
  • Golpeo contra un volumen del plafón.
  • En caso de que en la vía de al lado estén escalando de primero, que el escalador vecino caiga encima de nosotros.
  • Fallo humano o fallo del mecanismo de autoseguro y picar suelo. Poco probable, pero ya ha pasado más de una vez (rocódromo de Climbat, Alcorcón en diciembre de 2020 y Leganés 2019).
¿Estas situaciones son poco probables? Sí, pero suceden, y más de lo que pensamos. 

Acostumbrarse a llevar casco es lo ideal. Si nos acostumbramos a llevarlo en el rocódromo, el día que salgamos a la roca nunca se nos olvidará ponérnoslo. Al igual que cada vez que me subo a un coche, me pongo el cinturón sin pensarlo, cada vez que despego los pies del suelo tengo que llevar casco, y si no, siento que algo me falta.

Los cascos de hoy en día son muy cómodos y ligeros. No ponerse casco porque es incómodo o da calor es un excusa muy mala. El peso tampoco es excusa, hoy en día hay cascos por debajo de los 200 g.

Argumentos en contra:

  • Falta de estética. ¿En serio? Sí, en serio, conozco mucha gente que no se lo pone por eso. Y la estética cuando hablamos de un deporte de riesgo no debería ser NUNCA un motivo. Además, ¡hoy en día venden cascos chulísimos!
Pero entonces si es tan evidente los beneficios de usar caso,  ¿por qué los rocódromos indoor, que están tan en auge, no lo hacen obligatorio?

Esta pregunta habría que hacérsela a los dueños de los rocódromos, pero para mi la respuesta es muy clara: Por una cuestión de MARKETING. La escalada por su naturaleza es un deporte de riesgo, y si además el uso de caso es obligatorio, más público sería reacio a probarlo. Al no ser obligatorio se tiene la falsa percepción de que es más seguro. Ocurre exactamente los mismo con el esquí. El uso de casco no es obligatorio porque la estaciones quieren dar mayor sensación de seguridad.

Conclusión

Haciendo un pequeño esfuerzo de llevar casco, nuestra seguridad aumenta notablemente. No hay motivos para no llevarlo. 
                                         
Y hasta aquí la entrada de hoy. ¡Nos vemos en el monte!

Viviendo la Montaña

Viviendo la Montaña