domingo, 6 de octubre de 2013

Pequeño Alpamayo (5.410 m), Bolivia.


En la entrada de hoy vamos a relatar la ascensión al Pequeño Alpamayo (5.410 m) que realizamos en julio de 2007. Se trata de un pico de moderada altitud (comparada con la de sus vecinos), ideal para aclimatar para otra ascensión más alta, como el Huayna Potosí (6.088 m).

El Pequeño Alpamayo está situado en Bolivia, en la Cordillera Real. Se encuentra separando el Altiplano Andino (meseta situada a 3.800 m) de la selva del Amazonas. La Cordillera Real posee alturas superiores a los 6.000 metros.




Tiene una dificultad de AD, 55º, II. Desnivel de 850 m positivos desde el Campo Base.

Para acceder a la montaña vamos desde La Paz en furgoneta, y a unas 2 horas de viaje llegamos a Wata Pampa (4.496 m) punto de inicio de la ascensión.

Wata Pampa con el Huayna Potosí (6.088 m) detrás.

Aquí nos esperan unas llamas paras portear el material hasta el campo base. Tenemos un agradable paseo de 2 horas y 200 m de desnivel hasta llegar al campo base.

A los 20  minutos de empezar a andar ya podemos contemplar el macizo del Condoriri. Es espectacular la vista de esta montaña.

Llamas con el Condoriri (5.648 m) al fondo.

Alpacas, primas hermanas de las Llamas.

Unas pequeñas niñas nos salen al encuentro.  

Después de dos horas de marcha llegamos a la laguna Chiar Khota, bajo el Condoriri. Bordeamos la laguna para llegar al campo base a 4.700 m.

Laguna de Chiar Khota con el Condoriri detrás (5.648 m)

Campamento Base del Condoriri. Al fondo, glaciar de Tarija.

El campamento base consiste en una pradera cómoda donde acampar, y dispone de varios WCs en casetas. Según llegamos al campamento, pasaba un hombre con un librillo donde teníamos que inscribirnos y pagar una tasa por acampar allí. No recordamos cuántos bolivianos era.

Después de levantar el campamento (tienda cocina, tienda comedor, tienda para los dos guías, y tienda para nosotros tres), nos acercamos a ver más de cerca el glaciar que tenemos que recorrer al día siguiente.

Glaciar que tenemos que recorrer al día siguiente. En la parte izquierda de la foto se ve el camino en el glaciar.

El camino sube por un sencillo glaciar, hasta el pico de nieve que se observa en la parte centro-izquierda de la foto. Ese es el pico Tarija (5.060 m), desde el cual se ve la impresionante imagen del Pequeño Alpamayo.

Nerviosos por la ascensión del día siguiente (nuestro primer 5 mil) y con mucho frío, regresamos al campamento a por una buena cena caliente y al saco.

Destaco lo del frío porque en el Altiplano boliviano por la noche baja muchísimo la temperatura. Son unas condiciones muy duras para vivir, y allí (en los pueblos y aldeas), calefacción por supuesto que no hay, pero leña tampoco, porque es un paisaje sin vegetación, no hay árboles. El frío lo combaten con mantas y más mantas. Es muy muy duro. Nosotros, unos días antes, acampados en otra zona, a unos 4.500 m, nos levantamos con escarcha encima de los sacos dentro de la tienda.

Sobre las 4:00 h nos levantamos, desayunamos, nos preparamos, y a las 5:00 h estamos saliendo. Completamente de noche recorremos el camino hasta el inicio del glaciar.

Tareas de encordamiento al inicio del glaciar. Empieza a amanecer.

El glaciar es sencillo, no muy empinado, y se progresa muy bien. Aparentemente no se ven muchas grietas, pero los guías insisten mucho en que no nos salgamos de la huella para nada. Debe ser que nevadas de días anteriores taparon grietas.

Un descansito para coger fuerzas.

Seracs cerca de la cima del pico Tarija.

Según vamos ganando altura, y el sol iluminando el paisaje, vamos contemplando el maravilloso paisaje de la Cordillera Real.

Condoriri desde detrás.

Poco después, llegamos al pico Tarija (5.060 m). Pero lo mejor de esta cima secundaria es la brutal vista que tenemos ante nosotros.

Pequeño Alpamayo, nuestro objetivo.


Nos quedamos un buen rato disfrutando de esta preciosa montaña que tenemos ante nosotros. Se llama Pequeño Alpamayo porque dicen que es la versión reducida de su famoso vecino peruano el Alpamayo (5.947 m) en la Cordillera Blanca. El Alpamayo fue declarado como "La montaña más bella del mundo". Nosotros no conocemos el Alpamayo, pero el Pequeño Alpamayo realmente nos pareció una montaña espectacular. Es una pirámide blanca con una arista perfecta, por donde discurre la vía normal.

Desde el pico Tarija tenemos que descender unos 70 m por terreno rocoso, destrepando sencillos pasos de II grado.

Destrepando el pico Tarija.

Después de destrepar los pasos de roca, empezamos a aproximarnos a la arista del Pequeño Alpamayo.

Camino entre los pequeño penitentes.

Empezando la arista.

Cecilio, Guille y yo (Pablo) en la arista.

Cecilio sube colocando seguros intermedios.

Hay una zona donde la arista llega a 55º de inclinación, la cual pasamos en ensamble pero con seguros intermedios (estacas).

Llegando a la zona más difícil.

Guille en el paso más complicado.

Poco después de superar ese pasito, llegamos a la cumbre del Pequeño Alpamayo (5.410 m).

¡Cumbre! ¡Nuestro primer 5 mil! ¡La emoción es muy grande! 

Tomamos un bocadillo y disfrutamos de la cima. Sol, no hace frío, no hay viento, vamos muy bien de horario. ¿Qué más se puede pedir?

¡¡Padre y hermanos en la cima del Pequeño Alpamayo (5.410 m), con la bandera de Bolivia!!



Laguna donde está el Campo Base.

Después del descanso, iniciamos el descenso. 

Bajando la arista


Hermanos a los pies del Pequeño Alpamayo.

El cansancio se va acumulando y la bajada se hace larga. Vamos parando de vez en cuando a fotografiar el glaciar que durante la subida nocturna no veíamos. Al bajar entendemos porque los guías no nos dejaban salirnos de la huella. ¡Qué grietas!

Algunas fotos del glaciar:




Muy cansados llegamos al Campamento Base, donde pasaremos una noche más, para al día siguiente bajar a La Paz.

Llegando al Campo Base

Para despedirnos del increíble macizo del Condoriri, a la mañana siguiente tenemos la suerte de poder fotografiar el Condoriri en el reflejo del agua de la laguna de Chiar Khota.




Después de esta ascensión tomamos algún día de descanso en La Paz (ciudad de tremendos contrastes) y nos dirigimos al Huayna Potosí (6.088 m), que también relataremos en una futura entrada.

¡Nos vemos en el monte!



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