Después del gran episodio de nevadas en el Sistema Central durante el pasado fin de semana (26-28 de febrero), los espesores de nieve son realmente buenos en muchas zonas. Por eso, ayer 1 de marzo subimos a estrenar la temporada (¡en marzo! pero mejor tarde que nunca).
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El bosque de Siete Picos espectacular |
Hicimos una salida vespertina, empezando a andar sobre las 14:30 desde el Puerto de Navacerrada. Para aparcar tuvimos problemas ya que el parking estaba lleno, no solo por la cantidad de gente que subió sino también porque la capacidad del parking se ha visto muy reducida debido a la ingente cantidad de nieve que aún no han podido limpiar.
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El parking con enormes cantidades de nieve |
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Carretera que sube hacia Cogorros |
Subimos a Siete Picos por el cordal del Alto del Telégrafo hasta llegar al pico más Oriental. Toda la zona por encima del límite del bosque estaba muy venteada, con coliflores de hielo, piornos asomando, y poco espesor de nieve. Pero al resguardarnos del viento justo por encima de las canales que salen desde este pico hacia la vertiente sur, pudimos medir con la sonda hasta 210 cm de espesor acumulado. Dato realmente bueno considerando que hace 15 días no había absolutamente nada de nieve.
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Bola desde la subida hacia Siete Picos |
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Cordal subiendo desde el Alto del Telégrafo, muy venteado. |
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Llegando al pico más Oriental de Siete Picos. Muy venteada la zona. |
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Midiendo espesores en la entrada de una de las canales de la vertiente sur |
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Y la sonda marca ¡210 cm! |
Allí quitamos pieles y con mucho cuidado empezamos el descenso, hundiéndonos en los piornos y evitando algún tiburón. En poco tiempo alcanzamos los primeros pinos, y gracias a ellos una acumulación de nieve algo mejor. En cuanto el bosque se hizo más denso, el manto de nieve es continuo y con grandes espesores. A medida que bajábamos, el bosque pierde densidad y los árboles son ejemplares maduros donde la inexistencia de ramificación a poca altura facilita mucho el esquí. A partir de la cota 1950 es donde de verdad pudimos empezar a disfrutar una magnífica nieve polvo, muy fácil de esquiar. A 1900 m, dentro del bosque, medimos espesores con la sonda en 3 o 4 puntos obteniendo valores entre 120 y 90 cm. Aúnque es verdad que algún leve raspón si que dimos a las tablas.
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Iniciando el descenso, buscando el mejor camino entre los pinos |
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A medida que bajamos la nieve es mejor y más continua |
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A partir de la cota 1950 m empezamos a disfrutar de lo lindo |
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Menos densidad de árboles = esquí más fácil |
Continuamos bajando hasta pasar el camino Schmid y llegar hasta la cota 1730 m. Allí volvimos a medir espesores en un par de puntos y el dato fue en torno a 80 cm. Hubiera sido perfectamente posible seguir bajando más metros pero estaba atardeciendo y aún había que volver. Así que decidimos poner pieles y volver a Cogorros por el camino Schmid. El camino Schmid estaba con huella abierta formando un surco, sumado a los pinos silvestres cargados de nieve, su corteza de color rojizo y la luz del atardecer, formaba una estampa realmente espectacular.
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Desde el camino Schmid la vista es espectacular |
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El camino Schmid se reduce a un surco entre la nieve. |
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Impresionante vista con el color asalmonado de los pinos silvestres y la luz del atardecer |
Desde el Puerto de Navacerrada se observaba que la ladera oeste de Bola está pelada, con mucho matorral asomando. Parece, a simple vista, que lo aconsejable es bajar por las pistas de esquí.
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Poca nieve se ve en Bola. |
Y hasta aquí la entrada de hoy.
¡Nos vemos en el monte!
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