martes, 12 de mayo de 2015

Maladeta Oriental (3.308 m) con esquís, 10 de mayo de 2015

Este mes de mayo hay menos nieve de lo habitual. La previsión del tiempo era buena, y el lugar elegido era él que más innivación tiene: la zona de las Maladetas, en Benasque. Llamé a mi amigo Alonso y rápidamente se apuntó al plan.

Maladeta desde el desvío del Portillón Superior


Sábado 9 de mayo:

Salimos de Madrid a las 9:00. Llegamos a Benasque sobre las 15:00. Sin parar en el pueblo subimos hasta Llanos del Hospital y ¡ohh, una grata sorpresa!: La pista de la Besurta estaba abierta, nos ahorramos un buen tramo de pateo.

Pudimos subir en coche hasta justo antes del Plan de Están, que debido al rápido deshielo se ha formado un gran lago que tan pronto baja el nivel y se puede pasar por la pista, como sube y corta el paso. Allí había una valla que prohibía seguir más arriba.

Plan de Están.



Preparamos los macutos y sin prisa empezamos a andar. Hasta pasada la Besurta tuvimos que portear los esquís a la espalda, ya que no encontramos nieve continua hasta el desvío de Aigualluts, a unos 10-15 min pasada la Besurta.

Plan de Están con el valle de Remuñe al fondo.

Al refugio de La Renclusa llegamos en poco más de una hora. Lo malo (o lo bueno) es que tuvimos que vivaquear fuera porque el refugio estaba lleno. Así que buscamos una zona para el vivac, sin nieve y protegida con una gran roca en las inmediaciones del refugio. 

Montando el vivac cerca del refugio

A las 19:00 fuimos al refugio a degustar una exquisita cena (¡qué bien se cena siempre en La Renclusa!). 

A las 21:00 al saco y a descansar para el día siguiente.

Domingo 10 de mayo:

A las 6:00 sonó el despertador. Recogimos las cosas y desayunamos. A las 7:30 empezamos a foquear rumbo a la Maladeta. Hasta las 9:30 fuimos con las cuchillas puestas porque hubo buen rehielo nocturno, pero en poco tiempo los cálidos rayos del sol transformaron la nieve. 

Amanece en las laderas de la Maladeta

Impresionante romería...

En 2 horas (paradas incluidas) llegamos al desvío del Portillón Superior, y en 3 h nos colocamos al pie del corredor de la Rimaya. Parecía que regalaban algo en la cima de la Maladeta. Había una auténtica masificación de traveseros; pero es lógico, es uno de los mejores descensos de esquí del Pirineo y probablemente él que más nieve conserva en estas fechas.


Alonso foqueando en el glaciar de la Maladeta

metros finales antes de llegar al corredor de la Rimaya


Corredor de la Rimaya

Foto aérea de la Maladeta el mismo día. (Gerardo Bielsa)

Nos quitamos los esquís y sacamos el piolet y crampones. Subimos en pocos minutos el corredor, que era una escalera de todas las huellas que había. Al terminar el corredor nos asomamos a la vertiente sur de la montaña viendo el ibón de Cregüeña aún congelado. Desde la parte de arriba del corredor aún quedan 5-10 min muy sencillos de pateada hasta coronar la cima.

Alonso saliendo del corredor

Ibón de Cregüeña

Última rampa hasta la cima


Desde la cima, mirando hacia el Este hay unas fantásticas vistas del Aneto, su glaciar y la Cresta del Medio. Si miramos hacia el Oeste se puede ver muy bien el Posets, Perdido y Vignemale.

Aneto y su glaciar desde la cima de la Maladeta Oriental

Vignemale

Macizo de Monte Perdido

Posets

Después de la obligada foto de cima empezamos a bajar. No nos pudimos entretener mucho porque hasta Madrid tenemos un largo camino.

Alonso y yo en la cima de la Maladeta

Allí abajo es donde dejamos los esquís.

Para destrepar el corredor, a pesar de que es fácil, la nieve ya estaba muy blanda y no nos sentíamos muy seguros, ya que los escalones de nieve se podían romper a nuestro paso. Con cuidado y sin prisas llegamos hasta el pie del corredor. Desde el pie del corredor, subir a la cima y bajar lleva 1 h aprox.

Nos quitamos los crampones y nos calzamos los esquís. Ahora llegaba lo bueno, 1.200 m de desnivel esquiable. La bajada la iniciamos sobre las 13:00. A esa hora la nieve de la parte del glaciar estaba bastante bien. Pero pasada la cota 2.700 y hasta el refugio la nieve era húmeda-enganchona que dificultaba bastante el esquí. 

Disfrutando de la bajada

Alonso y la Maladeta detrás

Llegamos al refugio en 25 min (con paradas para hacer fotos). Allí paramos a recoger los sacos de dormir, comimos algo y continuamos el descenso a hasta la Besurta. Aún teníamos nieve para bajar algunos metros más, pero ya la nieve estaba muy mal y teníamos que ir esquivando ramas, piñas y piedras. Vamos, lo que se conoce como esquí de supervivencia, pero en cualquier caso, siempre mejor que bajar andando, jeje.

Buscando nuestras huellas

Se terminó nuestra visita anual a la Renclusa, ¡Hasta el año que viene!

Finalmente sobre la cota 1950 m se terminó la nieve y nos tocó portear hasta el coche, cansados, pero muy contentos por la actividad realizada y por el bonito paisaje que podemos contemplar en esta época del año: el valle con el verde intenso de los pastos de alta montaña y las cimas aún blancas con las últimas nieves.

Puente de la Besurta

Vuelta al coche.

Conclusión: La Maladeta es una gran opción para las últimas esquiadas de la temporada. Pero este año le quedan pocos días para encontrar unas condiciones aceptables, quizás una o dos semanas más.

Nota: Este blog nació hace casi dos años, y la primera entrada fue La Maladeta con esquís un 30 de junio. El 2013 fue un año excepcional de nieve que nos permitió esquiar unos 900 m de desnivel en verano.

¡Nos vemos en el monte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Viviendo la Montaña

Viviendo la Montaña