Se trata de una ferrata muy bien equipada, con los cables y peldaños muy nuevos. No es difícil, pero si que puede afectar el factor psicológico a aquellas personas poco acostumbradas a las alturas. Tiene varias tiradas de escaleras completamente verticales e incluso ligeramente desplomadas.
La ferrata se encuentra a mitad de camino entre Aínsa y Campo. El coche, si no tenemos un 4x4, hay que dejarlo aparcado junto a la carretera. Con un todoterreno se puede subir un poco más por una pista, y ahorrarse 15 min de pateo. A nosotros nos tocó subir andando desde la carretera.
Parte del recorrido de la ferrata
El acceso al pie de la ferrata no tiene pérdida, ya que hay carteles indicando el camino.
La ferrata tiene tres tramos bien diferenciados:
Tramo 1:
El inicio es muy vertical, con un muro de 30 m que discurre por un espolón. A mitad de espolón, la ferrata hace una travesía corta a la derecha para introducirse en una gran chimenea. Se remonta toda la chimenea por otro muro vertical. Ahí tenemos un pequeño espacio para descansar donde nos podemos juntar unas tres personas. Luego hay otro muro muy vertical que termina con una corta travesía a la izquierda, donde encontramos el primer buen descanso. Se puede parar comodamente a beber agua y tomar algo.
Se continua por otro muro, más corto y sencillo, también vertical. Al final de éste, hay una travesía sencilla hacia la izquierda, donde cruzaremos un corto puente que consiste en una traviesa de tren atravesada. Poco después se llega al puente tibetano, que es sencillo de cruzar, pero entrar en el puente no es fácil, al menos para las personas altas.
Cruzado el puente, hay un largo muro vertical y ligeramente desplomado, más o menos largo, que finaliza en la cima de una aguja. Ahí finaliza el primer tramo. Sin duda es el más difícil, con los pasos más aéreos y verticales.
Fotos del tramo 1:
Inicio de la ferrata
Corta travesía e inicio de la chimenea
Último muro antes del primer buen descanso
Travesía a izquierdas antes del primer buen descanso
Tramo más sencillo pero aéreo
Puente de la traviesa de tren
Puente tibetano
Último muro vertical/desplomado antes de la aguja.
En la aguja, muy aérea.
Tramo 2:
Desde la aguja se hace un corto descenso, y luego se hace una larga y muy aérea travesía hacia la izquierda, pero es bastante fácil. Al terminar la travesía se continua bajando y siempre hacia la izquierda por terreno mucho más sencillo que en le tramo 1, hasta llegar al segundo puente. Se trata de un puente colgante más largo que el anterior, pero más sencillo. Después del puente, queda un corto muro vertical. En ese punto hay un cartel indicando la continuación de la ferrata hacia la izquierda y un escape hacia arriba. Nosotros nos fuimos por el escape porque íbamos mal de tiempo.
Fotos del tramo 2:
Larga travesía a izquierdas, muy aérea. Arriba, gente en la aguja.
Sencillo descenso
Puente colgante.
Puente colgante
Puente colgante
Último muro antes del escape
Cartel indicando el escape.
No lo conocemos porque nos fuimos por el escape. Pero hemos leído en otros blogs que es un tramo muy sencillo, y que después de hacer lo anterior no merece mucho la pena hacerlo.
Descenso:
Nosotros salimos por el escape. El camino discurre por una empinada pedrera donde lo complicado es no tirar piedras a nuestros compañeros. Mucho cuidado. Yo aconsejaría no quitarse el casco en todo el descenso por si acaso.
Hasta el pie de la ferrata son unos 10-15 min.
Conclusión:
Se trata de una ferrata muy aérea, bonita y no es difícil. Aconsejable llevar cuerda para asegurar algún paso aéreo a personas con poca experiencia.
me gusta subir las montanas siempre estoy buscando las montanas mas famosas del mundo .Gracias por este blog excursiones en estambul
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