sábado, 26 de abril de 2014

Aneto (3.404 m) con esquís. S. Santa 2014


En Semana Santa el plan estaba claro: varios días de esquí de travesía por el Pirineo. ¿Quienes? Rápidamente hicimos un buen equipo Irene, Enrique, Luis, Lola, Sergio y yo. ¿Dónde? Después de pensar varias posibilidades, para asegurar nieve, elegimos como campamento base el refugio de La Renclusa.

Así empezó nuestra pequeña aventura al Aneto.



El Aneto es un pico que no necesita presentación. Son varios los motivos por los que todos los años cientos de montañeros suben a su cima. Es la montaña más alta del Pirineo, tiene el glaciar pirenaico de mayor superficie, son muchas las rutas que podemos seguir para llegar hasta su cima, y es la montaña donde más aguanta la nieve al final de la temporada y seguramente tiene el mayor desnivel esquiable del Pirineo. Por todos esos motivos es un pico muy atractivo para subirlo con esquís de travesía. Todos los años se puede bajar esquiado hasta final del mes de mayo o principios del mes de junio. Suele ser a partir de Semana Santa cuando empieza a ir una romería al Aneto. Tiene lógica, porque es a partir de mediados de Abril cuando la nieve empieza a escasear en cotas bajas, y debemos subir a cotas más altas a buscarla.

Información técnica del Aneto:

Día 1:

Punto de partida: Parking de Llanos del Hospital (1.724 m)

Refugio: La Renclusa (2.140 m) guardado todo el año.

Desnivel: 416 m de subida

Tiempo: 2h-2h 30 min

Día 2:

Punto de partida: Refugio de La Renclusa (2.140 m)

Cumbre: Aneto (3.404 m)

Ruta: Normal por la cara norte (Portillón superior y glaciar del Aneto).

Descenso: Hasta Aigualluts por el glaciar (2.040 m)

Vuelta al refugio por Collado de La Renclusa (2.281 m)

Desnivel: 1.505 m de subida y 1.505 m de bajada.

Tiempo (incluyendo paradas): Subida 5 h; bajada y vuelta al refugio 3 h.

Descarga el track para GPS pinchando aquí.

Track de la ruta en Google Earth

Descripción de la ruta:

Día 1, Jueves 17 de abril:

Partimos desde Llanos del Hospital, donde nos calzamos los esquís justo al inicio de la pista de fondo. En este punto suele haber nieve hasta final de abril.  Recorremos toda la pista hasta La Besurta. Se trata de un largo camino por el fondo del valle con una pendiente muy muy suave, prácticamente llano. Más o menos en una hora llegamos a las casetas de La Besurta.

Inicio de la pista de fondo.

Bonito paisaje en el Plan de Estan

Al llegar a La Besurta empieza realmente la subida al refugio, con dos palas de nieve un poco más inclinadas. En una hora más aproximadamente llegamos al refugio de La Renclusa (2.140 m).

Refugio de La Renclusa con las Maladetas y el Alba detrás.

El refugio de La Renclusa está realmente bien, es casi un hotel en mitad de la montaña. Pero lo mejor son las comidas que prepara Antonio Lafón, el guarda del refugio.

Llegamos allí al medio día. Después de comer unos buenos huevos fritos con patatas que nos preparó Antonio, tenemos una larga tarde soleada y calurosa. ¿Qué podemos hacer? ¿Dormir la siesta y vaguear? ¿O mejor hacemos un agujero en la nieve de más de dos metros y analizamos el peligro de aludes? Jeje, la respuesta es fácil.

Enrique y yo paleando un buen foso en la nieve.

Lola y yo mirando los cristales de nieve.

El resultado de nuestras observaciones fue de manto de nieve muy estable, por lo tanto riesgo muy bajo. No obstante, este sondeo no es extrapolable a toda la montaña. Es representativo para esta ladera en concreto a esta altitud y con esta orientación.

A las 19:30 rica cena y a dormir.

Día 2, viernes 18 de abril:

Desayunamos a las 7:00 h. A las 7:45 h  estamos preparados para empezar a andar. No hace frío, no hace viento, no hay ninguna nube en el cielo. Día perfecto. La nieve está dura del rehielo de la noche. Lola, Sergio y Enrique no tienen cuchillas, por lo que tienen que subir con crampones y portear los esquís a la espalda. Irene, Luis y yo ponemos las cuchillas hasta pasar los Portillones, donde la nieve calentada por el sol está más blanda. 

Primeros rayos de sol en los montes Malditos

La primera parte de la ascensión consiste en subir unas amplias y empinadas palas hasta la cota 2.850 m aproximadamente donde giraremos a la izquierda para dirigirnos al paso del Portillón Superior. En unas 2 horas realizamos esta parte del recorrido, que sin duda es la parte más dura, ya que salvamos un gran desnivel en poco tiempo.

Lola  con el pico de Paderna detrás

El paso del Portillón Superior es clave, y debemos de llevar siempre sus coordenadas metidas en el GPS. En caso de perdernos, niebla o cualquier problema, es una referencia muy importante en el camino.

Aproximadamente al llegar a este punto estaremos en la mitad de la ascensión. Por delante aún tenemos la larga aunque suave diagonal que cruza el glaciar, y al fondo, el collado de Coronas, que precede a las últimas y empinadas rampas antes de la cima.

 Desvío hacia el Portillón Superior


Vistas del Aneto, collado Coronas y glaciar del Aneto desde el Portillón Superior.

El paso del Portillón consiste en descender unos 10 o 15 metros por una rampa bastante empinada de nieve. En primavera lo he pasado en varias ocasiones y siempre lo he encontrado con unas condiciones similares: nieve dura o helada, y grandes escalones debido a todas las huellas que hay. 

Para bajarlo, nos quitamos los esquís,  nos calzamos los crampones y sacamos un piolet. Unos minutos después ya estamos entrando al glaciar y poniéndonos los esquís de nuevo.

Paso de los Portillones visto desde arriba.

Y visto desde abajo



Sergio con el Portillón Superior visto desde la entrada al glaciar

Una vez superado el paso del Portillón tenemos que cruzar el glaciar del Aneto con una larga diagonal a izquierdas. De forma muy suave vamos ganando altura hasta llega al collado de Coronas.



Según nos acercamos al collado de Coronas podemos ver a los primeros esquiadores que empiezan a descender desde la cima. Eso nos da fuerzas para seguir. La recompensa de la bajada está cerca.

Se hace larga la travesía del glaciar

El último esfuerzo en las rampas finales.

En un pequeño collado, antes de las dos últimas rampas, la mayoría del grupo deja los esquís para continuar andando. Lo que queda está lleno de huellas, con la nieve dura, y la esquiada parece que no merece la pena.

Dejando los esquís a pocos metros de la antecima.

Justo en el punto donde nos quitamos los esquís, si nos asomamos con cuidado a la vertiente sur de la montaña podemos disfrutar de unas buenas vistas del famoso corredor Estasen. 

Corredor Estasen

Y por fin, después de algo más de 4 horas de subida, llegamos a la antecima. Solo nos separa de la cima el mítico Paso de Mahoma. Se trata de una arista de roca de 30 m de longitud. Tiene bastante patio a ambos lados, y aunque sea fácil, no puedes caerte. Nosotros lo encontramos sin nieve, y estaba fácil. Tiene agarres para manos y pies en todo el recorrido, y son pasos de poca dificultad, pero hay que estar muy concetrado y no despistarnos. Nosotros pasamos sin crampones y sin cuerda. Pero una persona que nunca haya escalado y/o tenga vértigo, puede ser muy recomendable asegurar el paso con una cuerda; o mejor aún, si no se ve claro, no pasar (que no pasa nada por no pisar la cima).  Lo más peligroso quizás sean las aglomeraciones de gente que se forman, que nos lleva a cruzarnos con gente en mitad de la estrecha arista.

La descripción que he dado es cuando el Paso de Mahoma no tiene nieve, la roca está seca y no hace viento. Si nos encontramos el Paso con las rocas cubiertas de nieve y hielo, la cosa cambia bastante, siendo mucho más expuesto.

En pleno Paso de Mahoma

En uno de los pasos

Y nada más terminar de cruzar el Paso de Mahoma llegamos al techo del Pirineo. La cruz del Aneto nos espera a una altitud  3.404 m. ¡Enhorabuena equipo, lo hemos conseguido!

Foto de cima, de derecha a izquierda: Luis, Sergio, Irene, Lola, Enrique y yo.

Y ahora nos queda lo mejor: ¡¡Una de las esquiadas más larga del Pirineo!!

Volvemos a pasar el Paso de Mahoma de vuelta. Bajamos hasta donde hemos dejado los esquís, quitamos pieles, apretamos botas y ¡a esquiar!

La bajada la hacemos bajando el glaciar hacia el norte, hacia el barranco de Barrancs, para allí girar a la izquierda y llegar hasta Aigualluts. Unos 1.300 m de bajada ininterrumpida.

La nieve en la parte superior está muy buena, casi polvo. Todo está lleno de huellas y  parece una pista de esquí al final del día. Así que está bastante fácil. A medida que perdemos altura, la nieve se vuelve más húmeda y enganchona, aunque en todo momento es fácil la esquiada.

Algunas fotos de la bajada:



Sergio carveando.


Llegando a Aigualluts, con nieve húmeda y marrón.

Miramos hacia atrás y podemos ver la larga bajada que acabamos de realizar.

Al llegar a Aigualluts paramos media hora a coger fuerzas porque aún nos queda un ratillo largo hasta el refugio. Vamos a volver por el collado de La Renclusa. Tenemos unos 250 m de suave subida, pero que pesan mucho en las piernas.

Collado de La Renclusa desde el llano de Aigualluts

Y después de una hora, llegamos al collado y vemos el refugio. Solo nos queda una bajada de 200 m, con nieve muy húmeda. 

Refugio desde lo alto del collado de La Renclusa.

Y aquí termina el reportaje de nuestra ascensión al Aneto. Esa noche dormimos en el refugio, y al día siguiente volvimos al coche por los Tubos de Paderna. Pero eso lo contaremos en la próxima entrada, dentro de unos días.

Como conclusión del Aneto podemos decir que es un gran pico para subir con esquís, con nieve hasta casi el final de la primavera. Muy recomendable, un clásico obligado del esquí de montaña.

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1 comentario:

  1. me gusta subir las montanas siempre estoy buscando las montanas mas famosas del mundo .Gracias por este blog excursiones en estambul

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